"En mi ánimo", agregó, "jamás ha estado injuriar a nadie. Lo que digo de esta chica es una referencia de la obsesión concreta que ella tenía de Andrés Hernández Ros (que en 1978 controlaba el aparato socialista en la región murciana). Ni siquiera estoy haciendo un juicio de valor de ella, como se ve bien en el texto. Por eso, estoy sorprendidísimo. Pero, bueno, las cosas son como son".

El ex secretario general de la Presidencia del Gobierno y amigo personal de Felipe González no ha teido hasta el momento ninguna comunicación directa del Juzgado, ni por lo tanto ha prestado ante el mismo declaración alguna. A última hora de ayer la editorial "Ediciones B", perteneciente al Grupo Z, le envió un fax con el texto de la resolución.

En ella, el juez Hilario Sáez resuelve en el procedimiento contra Julio Feo "prohibir la difusión del libro 'Aquellos años' del mencionado autor, al menos del último párrafo de la página 101 y primero de la página 102, respectivamente".

"PITUCA", LA MAS VEENOSA

Los párrafos que han motivado el secuestro y la reclamación de 15 millones que solicita María José Alemán al autor y a la editorial, Feo los sitúa entre los acontecimientos que sucedieron en Murcia en las jornadas siguientes al 23-F y las habituales tertulias que significados socialistas y otros profesionales de relieve de la sociedad murciana tenían todos los viernes en el pub "El Camarote".

"Por la tertulia", dice Feo en el último párrafo de la página 101, "aparecían otras personas que noeran tan agradables. De entre ellas recuerdo a una como la persona más venenosa que he conocido nunca. Era un pequeño saco de maldades y monotemática con su obsesión, que era Hernández Ros. Se trataba de Pituca, una boticaria, entonces casada con Pepe Méndez".

En la página 102 prosigue: "Siempre tuve la impresión de que su manía derivaba del hecho de que ella pensaba que quien debía de ser presidente del Consejo Regional era su marido y no Andrés. Pepe es ahora el alcalde de Murcia, pero Pituca y él y no están casados".

Hasta el momento del secuestro, Julio Feo ha vendido treinta mil ejemplares de "Aquellos años" y reconoce que de los cientos de personajes que cita ha recibido todo tipo de reacciones: desde el agradecimiento de las hijas del embajador Pan de Soraluce, que le pararon un día por la calle, a personas que pese a fustigarlas le han llamado para invitarle a comer, como Ignacio Buqueras o unas cuantas cartas que le han escrito personas ligeramente molestas por lo que dice de ellas.

ara Feo, esta orden de secuestro es lo más sorpresivo que le ha podido pasar, después de todo lo que cuenta y la referencia que hace de cientos de personas. No sabe si este suceso le ayudará a vender más ejemplares y asegura que no está ni enfadado ni molesto, "porque está situación es chusca".

Tan pronto como llegue su abogado, el ex fiscal general del Estado Leopoldo Torres, que está de viaje fuera de España, pondrá todo en sus manos.

Por su parte, fuentes de Ediciones B indicaron a esta agenci que han puesto el asunto en manos de sus abogados con el objeto de recurrir la resolución judicial, desconociendo hasta el momento si la policía ha retirado el libro de las librerías y quioscos. La misma fuente señaló que hasta el momento nadie se ha presentado en la editorial para secuestrar el libro.