El juicio comenzó hoy en la Audiencia de Jaén ---------------------------------------------

JAEN
SERVIMEDIA

Julio Romero Amador, acusado de apuñalar a Angel Arroyo durante una pelea entre gitanos y payos en un bar de Mancha Real (Jaén), suceso que desencadenó un brote de violencia en la localidad contra las familias gitanas, se declaró hoy culpable de la muerte e intentó exculpar a los restantes miembros de su familia procesados por los mismos hechos.

El juicio contra Julio Romero, su padre, José Romero; su madre, Antoia Amador, y su primo, Antonio Romero Cortés, comenzó hoy en la Audiencia de Jaén bajo fuertes medidas de seguridad para evitar posibles reyertas entre los asistentes, entre los que se encontraban familiares de los acusados y de la víctima.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 18 de mayo de 1991, cuando la familia gitana se presentó en el bar "El Cabrero", propiedad del fallecido, al que habían amenazado varias veces. Arroyo intentó impedir el acceso al local a uno de los procesados, lo que provoó la pelea en la que fue apuñalado.

El fiscal, José María Casado, solicita un total de 42 años de prisión y una indemnización de 16 millones de pesetas para los cuatro componentes de la familia.

El abogado de la familia Arroyo, Alfonso Ramírez, considera que los hechos constituyen un delito de homicidio con la agravante de premeditación, por lo que pide 112 años de cárcel para los enjuiciados y el pago de una indemnización superior a los 30 millones de pesetas.

Por su parte, el abogado defenor de los Romero, Carlos García, exige la absolución por estimar que los cuatro implicados actuaron en legítima defensa.

El juicio continuará mañana, con la comparecencia de algunos de los más de 60 testigos citados a declarar. Entre ellos se encuentran el gobernador civil de Jaén, Joaquín Iñiguez; el alcalde de Mancha Real, Alfonso Martínez, y el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Manuel Hidalgo.

(SERVIMEDIA)
07 Mayo 1992
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