En total, Accem atiende a más de 20.000 familias refugiadas solicitantes de asilo internacional, que se vieron obligadas a huir de su país de origen o residencia a causa de la guerra, la violencia o la persecución.

Su misión es defender la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas, independientemente de su origen, género, religión, opinión o grupo social. Lo hacen apostando por la autonomía de las familias refugiadas con apoyo psicológico, formación, orientación laboral e incluso clases de español.

En esta ocasión, ‘Un Juguete, Una Ilusión’ quiso devolver la alegría a estos pequeños con muñecas, peluches, construcciones y cochecitos. Para muchos de ellos, este es el primer juguete que reciben en su infancia.

25 AÑOS DE ILUSIONES

En esta 25ª edición de ‘Un Juguete, Una Ilusión’, la campaña continúa con su objetivo de contribuir a la inclusión a través del juego y devolver la alegría a miles de niños que atraviesan situaciones difíciles. Con la ayuda del juguete, se potencia la creatividad, se desarrollan capacidades cognitivas y se aprende a socializar, además de valores como la empatía, el respeto por las normas, la solidaridad y el trabajo en equipo.

En estos 25 años se repartieron juguetes de todo tipo desde balones y muñecas a toboganes e instrumentos musicales y juguetes pensados para todas las franjas de edad. En total, la campaña regaló más de 8 millones de juguetes a 10 millones de niños en 50 países.