Los dos tipos de hepatitis registran una incidencia media en nuestro país. Las campañas de vacunación se realizan generalmente entre grupos de riesgo y los deportistas presentan un peligro considerable ante el virus de la hepatitis B por los golpes, traumatismos y otros accidentes que sufren en su actividad, además de los viajes que realizan a zonas endémics.

Se da la circunstancia de que el entrenador actual de la primera plantilla del Real Madrid, Jorge Valdano, tuvo que adelantar su retirada como futbolista al contraer una hepatitis B.

Mientras la hepatitis A nunca cronifica, la enfermedad causada por el virus B en el adulto puede presentar complicaciones que acaben en una cirrosis o un cáncer hepático.

Según datos del Centro Nacional de Epidemiología, entre el 80 y el 90 por ciento de los ciudadanos ha estado en contacto con el virus A de a hepatitis. Este virus se transmite por la ingestión de aguas contaminadas o de alimentos sin cocinar y es muy contagioso por el contacto oral.

Por su parte, la hepatitis B se transmite por vía sexual o por el contacto con sangre contaminada y es la única enfermedad de transmisión sexual para la que existe una vacuna.