En esta causa, además de Otegi, están imputados los antiguos líderes de Batasuna Joseba Permach, Iñigo Balda y Joseba Álvarez. Todos ellos están acusados de los delitos de enaltecimiento del terrorismo y reunión ilegal por haber vulnerado la ilegalización de Batasuna, dictada por el Tribunal Supremo en marzo de 2003.

En concreto, a través de un auto hecho público hoy, el juez da traslado de las actuaciones a la Fiscalía y a las demás partes personadas para que en el plazo de 10 días "formulen escrito de acusación solicitando la apertura del juicio oral" o, por el contrario, pidan el archivo de las investigaciones.

El escrito señala que, de las diligencias practicadas hasta el momento, ha quedado probado que durante el acto, que reunió a cerca de 15.000 personas, se proyectaron en una pantalla gigante "un video recopilatorio de detenciones de miembros de ETA", comunicados de la banda terrorista e imágenes de varios etarras fallecidos, que fueron recibidos por el público con gritos de "Gora ETA militarra".

Además, destaca que al finalizar el acto, durante el discurso de clausura, Otegi se dirigió al público asistente para darle las gracias por acurdir a "un acto ilegal, con un portavoz ilegal de una formación ilegalizada".

Por último, el juez señala que tras la intervención de Otegi, los medios de comunicación presentes fueron obligados a abandonar el recinto y, a continuación, "unas 25 personas encapuchadas repartieron ejemplares del Zutabe -boletín interno de ETA- y del Zuaze -publicación de difusión externa de la banda-".