El fiscal Ignacio Gordillo solicitó al magistrado que impusiese a la Beitialarrangoitia, a la que imputa un delito de enaltecimiento del terrorismo, la obligación de comparecer cada 15 días ante los juzgados y la prohibición de abandonar el territorio nacional.

Pero Pedraz, al constatar que "se trata de un delito que no lleva aparejada una pena grave y que no se constata riesgo de fuga alguno, por cuanto la imputada ha acudido voluntariamente a la citación judicial", no consideró oportuno imponer ninguna medida cautelar y la dejó en libertad.

Los hechos por los que Beitialarrangoitia ha sido llamada a declarar tuvieron lugar el pasado 12 de enero, cuando la alcaldesa pidió, durante un mitin de ANV, un aplauso para los presuntos etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, quienes habían sido detenidos una semana antes.

Durante su declaración ante Pedraz, que duró poco más de una media hora y se efectuó en castellano, Beitialarrangoitia aseguró que con sus palabras no quería apoyar a ETA, y subrayó que en ningún momento pronunció el nombre de esa organización terrorista, según informaron fuentes jurídicas.

La alcaldesa dijo que tan sólo quería expresar sus sentimientos hacia Portu y Sarasola, y admitió que sí sabía que estos estaban acusados de terrorismo y del atentado de la T-4 de Barajas. También hizo especial hincapié en "los indicios de tortura" que pesan sobre la detención de los dos etarras.

Por último, y preguntada sobre si el sentimiento manifestado a favor de "las personas que sufren el conflicto" vasco también incluye a las víctimas del terrorismo, Beitialarrangoitia tan sólo dijo que tiene "muchos sentimientos en la cabeza".