ETA

EL JUEZ DE MENORES DE GRANADA DICE QUE "UNA BOFETADA A TIEMPO ES UNA VICTORIA", PERO HAY DARLA EN "EL MOMENTO JUSTO"

- Los menores sin límites "se convierten en auténticos dictadores"

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, conocido por sus peculiares sentencias a los jóvenes delincuentes, reconoce que "una bofetada a tiempo es una victoria" para mejorar la conducta del menor, pero que hay que saberla dar en "el momento justo".

Calatayud, en una entrevista en el diario "El País" recogida por Servimedia, dice que "lo que pasa que hay que saberla dar, o saber dar un buen azote en el culo. Lo difícil es darlo en el momento justo". Añade, que "una cosa es dar un azote y otra cosa son los malos tratos".

El juez, que ejerce en Granada, dice que "muchas veces los críos echan en falta esa inexistencia de los límites", y que, de hecho, "me han agradecido muchos chavales a los que he condenado que les haya puestos límites".

Este juez, que ha impuesto a jóvenes que infringen las leyes de tráfico que acompañen a las patrullas que vigilan las carreteras para que conozcan lo que sucede, apunta que "los menores son muy buena gente pero nos hemos equivocado con ellos".

Considera que el problema es que "no tenemos un término medio" porque "hemos pasado (los padres) de un Estado dictatorial a un Estado democrático, y nos da miedo poner límites a nuestro hijos por temor a que pasen lo que nosotros hemos pasado".

Calatayud cree que a los menores "les hemos dado muchos derechos pero no les hemos trasladado deberes", y que esto se traduce en la pérdida de autoridad tanto de los padres como de profesores, porque "hemos querido ser amigos de nuestros hijos".

Los menores sin límites "se convierten en auténticos dictadores", advirtió, antes de recordar que en 2005 recibió 165 denuncias a menores por parte de sus padres por maltrato.

(SERVIMEDIA)
01 Jul 2006
MML