La ujer fue infectada en una transfusión realizada en el Hospital de la Vall d'Hebron el 14 de mayo de 1986, seis meses después de que el banco de sangre de este centro anunciara al Instituto Catalán de la Salud (ICS) y a los demás hospitales que ya contaba con las técnicas necesarias para evitar contagios.

Este comunicado, fechado el 14 de octubre de 1985, fue transmitido por el propio ICS al resto de los centros sanitarios. Apolonia Pasamontes fue la primera en presentar una querella contra la Administación por contagio del virus en una transfusión.

A pesar de que el juez ve indicios de criminalidad en la muerte de esta mujer, tendrá que ser un titular de lo penal quien determine si hubo negligencia o no en el contagio.

Los tribunales no habían visto el caso de Apolonia, que murió el pasado 1 de agosto, a pesar de que ya hacía tres años que había presentado la demanda y cinco que había sido contagiada.

El Tribunal Supremo vio el pasado 11 de noviembre los recursos presentados por las parts contra la sentencia de la Audiencia de Barcelona, que condenó, en noviembre de 1989, al ex gerente, el ex director médico y la directora del banco de sangre del Hospital de Bellvitge por contagiar el SIDA a dos enfermos.