En la primera jornada del juicio que la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando contra los dirigentes del aparato de apoyo a los presos de ETA, Olano aseguró que el tribunal que le juzga está "a kilómetros de la imparcialidad" y aseguró que lo que se busca es "un objetivo político" a través de "esta farsa".

Olano se negó, expresándose en euskera, a responder a la preguntas de la Fiscalía, representada en este caso por el fiscal Carlos Bautista y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, así como a la preguntas de la acusación popular, ejercida en solitario por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

El máximo dirigente del aparato de apoyo a los presos de ETA, para quien la Fiscalía pide 10 años de prisión por un delito de integración en organización terrorista, si contestó a la preguntas formuladas por la defensa, con las que tuvo tiempo de escenificar su particular visión de lo que denomina "el conflicto" del País Vasco en un discurso de tintes políticos.

Pero fue al final de su declaración, en respuesta a las preguntas de la Defensa, cuando el máximo dirigente de Gestoras Pro Amnistía anunció que renunciaba a ejercer su defensa jurídica porque está convencido de que la sentencia contra los acusados "ya está escrita" y que la instrucción de la causa se hizo "por un impulso político".

"No espero ningún tipo de justicia aquí, este tribunal me va a condenar pero no me va a juzgar, esto es una farsa", indicó Olano.

Antes de renunciar a su defensa, el dirigente del aparato de apoyo a los presos de ETA señaló que lleva "muchos años" trabajando en Gestoras Pro Amnistía "junto con miles de personas, denunciando la represión" y promoviendo "la defensa de los derechos humanos de los presos de ETA".

Según la visión que ofreció ante el tribunal, los miembros de Gestoras Pro Amnistía eran "meros testigos" de la represión "de los gobiernos francés y español" contra los ciudadanos de Euskadi y que intentaban hacer llegar "la realidad a la sociedad".

Olano tuvo tiempo para asegurar que la presencia policial en el País Vasco "no tiene comparación con ninguna otra parte de Europa" y calificó a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de "policía de ocupación que ha ido a hacer la guerra".

Por último, el dirigente de la ilegalizada Gestoras Pro Amnistía aseguró que en el País Vasco "es necesario respetar la voluntad del pueblo" y abogó para ello por "la negociación y el diálogo".