Al recibir el premio durante la gala celebrada anoche en Madrid, Erkoreka recordó cómo hace seis o siete años tenía que explicar a sus hijos pequeños en qué consistía su trabajo y añadió que si tuviera que hacerlo de nuevo a día de hoy, su léxico sería muy distinto.

Así, añadió que ellos dirían que ser diputado es gente "mazo aburrida", que se dedica "exclusivamente a rayar y a rayar", aunque en política también hay cosas que están "guays" y que son "cremas".

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y su contrincante dialéctica en el Congreso de los Diputados, la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, recibieron, respectivamente, los premios "Azote de la Oposición" y "Azote del Gobierno".

De la Vega señaló que a ella los enfrentamientos dialécticos en el Hemiciclo la "relajan mucho". Por su parte, Sáenz de Santamaría subrayó que trabaja para que cierto ministro que un día le confesó lo bien que se lo pasaba como portavoz de la oposición "vuelva a tener añoranza" por aquel puesto y lo recupere en un futuro cercano.

Sin duda, el premio que más aplausos arrancó del público asistente fue "Al parlamentario más activo", que este año recayó en Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida (IU). "No me lo esperaba", confesó este parlamentario, quien aseguró que, en contra de lo que se cree, los diputados trabajan y mucho, afirmación que fue repetida reiteradamente por la mayoría de los premiados.

Fue el único que se acordó defender a los trabajadores de la prensa, especialmente del sector audiovisual, que se están viendo perjudicados por los expedientes de regulación de empleo puestos en marcha por las empresas del sector de la comunicación, lo que arrancó una gran ovación por parte de los numerosos periodistas allí presentes.

Por el contrario, el diputado del PP Manuel Pizarro, que acompañó a Mariano Rajoy en las elecciones generales como "número dos" de su candidatura, fue galardonado con el premio al "Desconocido en el Parlamento", que anualmente denuncia la baja actividad o repetidas ausencias de alguna de sus señorías.

Pizarro no estuvo en la cena, haciendo gala del premio recibido, pero en su lugar subió al estrado Sáenz de Santamaría, quien destacó que "si este es el diputado que menos trabaja, las cosas funcionan bien" y deseó que "ojalá a muchos les interara la política como le interesa a Manuel Pizarro".

LA REVELACIÓN

Carmela Silva, que debuta como portavoz del PSOE en la Cámara Alta, recibió el premio a la "Senadora revelación". Dedicó el premio a su hijo y su club de fans, del Grupo Socialista, y lo recibió con ironía al afirmar: "Ya ves, mamá, después de 48 años dedicada a la política, me dan el premio a la senadora revelación".

Su colega en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, asumió ser el "Castigo para la prensa" este año con humor, pero "no agradecido". Este diputado calificó de "prestigioso" el galardón que, a su juicio, "obliga a hacer un propósito de enmienda" para lo que resta de legislatura.

Por su parte, el secretario del Grupo Popular del Congreso, José Luis Ayllón, recibió con emoción el premio "Luis Carandell a la Mejor Relación con la Prensa" y lo atribuyó al trabajo de sus compañeros de escaño, que le permiten cada día "contar algo nuevo a los periodistas" y así parece "algo más simpático".

María Concepció Tarruella Tomás, de CiU, se llevó el galardón a "La pregunta del millón" tras una vivencia muy habitual: "¿Por qué cuando se llama a un teléfono de atención al cliente, después de oir una serie de mensajes de entrada, interminables instrucciones de marcación y músicas celestiales, se pone una señorita que no tiene ni idea de lo que se le está consultando y me remite a otro número... donde tampoco saben nada del tema hasta que si uno ¡al fin! tiene la fortuna de dar con un teleoperador que sí sabe de lo que va la consulta, siempre se corta la comunicación cuando se está a punto de conocer la solución al problema, y no hay forma de volver a comunicarse con el interlocutor anterior para no tener que repetir la misma historia?".

Tras su particular experiencia, Tarruella Tomás propuso a los gabinetes de prensa colocar un teléfono de atención a los periodistas para evitar responder a las preguntas incómodas que suelen plantear.

Otros tres catalanes fueron premiados como el Diputado Revelación, Joan Ridao, de Esquerra Republicana; el Senador del Año, Jordi Vilajoana, de CiU; y el Eurodiputado del Año, Ignasi Guardans, de CiU. Prácticamente ningún partido político se quedó sin su premio.

El buen humor estuvo presente durante toda la gala, en la que el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, sorprendió a todos los asistentes al marcarse en directo un dueto musical con el periodista José Miguel Blanco sobre la dependencia que informadores y políticos tienen unos de otros.

Por último, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, cerró la fiesta con un discurso en el que aprovechó para reprender a los periodistas por la "injusticia insoportable" que cometen al trasladar a la sociedad una imagen de "ociosos" de sus señorías.