Según la fiscalía, el ex presidente del Ejecutivo aragonés utilizó fondos públicos para pagar la factura de un sillón valorado en 77.997, que posteriormente se llevó a su domicilio particular, cuando presidía la Diputación Provincial de Zaragoza, en el año 1990.

El informe de la acusación pública establece que, en la factura por la cual l Diputación Provincial de Zaragoza satisfizo el pago del citado sillón, la operación contable se justificaba bajo el epígrafe "restauración de unas sillas del Palacio de Sástago".

Junto a Marco, deberá comparecer en calidad también de acusado el gerente de la empresa Buró Oficinas, Adolfo Blanco, que fue quien vendió el sillón y, posteriormente, denunció la operación.