En declaraciones a Servimedia, el propio director artístico del BNE opinó que su aportación durante estos años se ha traducido en que la compañía ha adquirido una entidad propia, se ha forjado una personalidad y ha logrado un reconocimiento del público a su labor.

"El poder deconvocatoria que tiene el BNE actualmente se debe a su propia estructura y los elementos que lo componen, no por causas ajenas o invitados especiales que hayan acompañado a la compañía en determinados momentos", señaló el propio director.

La calidad de los bailarines que forman el cuadro artístico y el rigor con que se presentan los espectáculos han granjeado al BNE una afición dentro y fuera de nuestro país que no se debe a una figura individual, sino a una labor de conjunto.

Esta situación es e fruto de una labor tenaz, de la que José Antonio Ruiz se siente satisfecho, "porque aparte de tener una plantilla estable, hemos conseguido una cierta rotación de los bailarines en los roles principales, que ha permitido dar paso a componentes que de otra forma se encontrarían anulados".

"En estos momentos la compañía funciona por sí misma, tiene contratos y no tiene necesidad de buscar actuaciones, porque tiene compromisos con mucha antelación, incluso con programas que he tenido que fijar yo, aunqu no me apatecía, porque ya no estaré al frente", señaló el director.

EN BUSCA DE UN SUCESOR

En su opinión, su sucesor no tendrá por qué ser un bailarín, ni tendrá necesariamente que actuar como solista, tal como él ha hecho, sino que podría ser un coreógrafo, aunque matizó que lo idóneo sería seguir actuando al tiempo que se incorporan nuevas creaciones con el criterio del nuevo director.

Al parecer, el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Juan rancisco Marco, se ha comprometido a comunicarle a él, antes que a nadie, la decisión, aunque aseguró que él no piensa intervenir en la elección.

"Si yo tuviera que inclinar la balanza", señaló José Antonio Ruiz, "me decidiría antes por un artista que por un administrador, porque para la gestión ya existe un director-gerente, pero la dirección artística debe corresponder a alguien que esté inmerso en el mundo de la danza y la haya sufrido en sus carnes".

PATROCINIO PRIVADO

Una de las principale reivindicaciones de José Antonio Ruiz en los últimos años es la intervención de la iniciativa privada en el sostenimiento del Ballet Nacional, ya que la compañía no puede depender exclusivamente de los presupuestos del Ministerio de Cultura.

Al igual que ocurre con otras formaciones similares de diversos países, que cuentan con firmas comerciales que patrocinan sus giras internacionales, el director del BNE considera que esta fórmula liberaría al ministerio de la carga de ciento cincuenta miembros qu están constantemente viajando.

En los dos últimos años, el BNE no ha actuado de forma oficial ni una sola vez en la capital de España, donde se encuentra su sede, pero ha recorrido numerosos festivales y países con varios montajes que se han ido incorporando al repertorio.