Dezcallar, antes de participar en una conferencia sobre los 20 años de relaciones diplomáticas entre España e Israel en el marco de los cursos de verano de la Universidad Complutense, señaló que "el gran fracaso histórico de Israel ha sido no lograr ser aceptado en el entorno geográfico en el que se encuentra".

En este sentido, argumentó que Israel "tiene superioridad militar para mantenerse así indefinidamente" pero su seguridad está "en tener una buena relación con los vecinos" y rebajar así el grado de tensión.

Dezcallar admitió que la escalada de violencia hace pensar que estamos ante una situación "de tensión mayor que la que ha habido en épocas anteriores", pero pidió "esperanza" porque "hay mucha gente que sufre de forma injusta las consecuencias de un conflicto que lleva 50 años y en el que se han producido cuatro guerras, intifadas y todo tipo de desastres".

Para solucionar el conflicto, el diplomático español pidió recuperar el espíritu de Camp David, las conversaciones en las que se estuvo muy cerca de alcanzar un acuerdo definitivo, porque, a su entender, "israelíes y palestinos tendrán que entenderse algún día y uno se entiende más hablando que secuestrando o matando".

EL PAPEL DE ESPAÑA

En cuanto al papel que España juega en el conflicto, Dezcallar dijo que es un rol "de observador preocupado, que ha tratado de ayudar desde siempre", pero reconoció las limitaciones de "una potencia mediana" como la nuestra.

Para el ex director del CNI, "España fue siempre una voz fuerte" pero sin el poder de intervenir directamente, potestadque considera que ni siquiera la Unión Europea tiene, siendo Estados Unidos el único país capaz de influir en algún grado sobre el conflicto en Oriente Próximo.

"En la Conferencia de Paz de Madrid, los americanos pidieron que pusieramos el salón, ellos pusieron la música y las partes hicieron de bailarines, pero nuestra capacidad no fue más allá de esto", añadió Dezcallar.