Esta congregación religiosa hace esta reflexión ante la avalancha de inmigrantes subsaharianos llegados a Ceuta y Melilla el pasado mes de octubre.

Además, los jesuitas piden transparencia informativa y "una investigación a fondo de los graves sucesos que se han producido en las vallas de esas dos ciudades norteafricanas, para que podamos conocer lo que ha pasado en realidad".

A su juicio, de esta congregación, una respuesta a corto plazo a este problema es "una política de admisión más amplia y rigurosa, con mecanismos más ágiles y rápidos de acceso y registro"; y a la larga, "permitir y promover el desarrollo económico y social de las zonas depauperadas de la Tierra".

El editorial resalta que "no se les puede dar un portazo en las narices a estas gentes que ansían un futuro mejor para ellos y sus familias y que, para lograrlo, han hecho un esfuerzo sobrehumano, cruzando océanos y desiertos, por llegar hasta las lindes del paraíso del bienestar y la abundancia".