En concreto, hoy declararon ante el juez Moreno el oficial de vuelo de la base de Morón en enero de 2002, el comandate Carlos Rapallo, y el que fuera controlador aéreo en esa época, el sargento Francisco Laarbi. También comparecieron ante el magistrado el oficial de vuelo que prestaba servicio en noviembre de 2005, el comandante Agustín Checa, y el controlador aéreo en ese momento, el sargento José Miguel López del Valle.

Las acusaciones pidieron la declaración de Rapallo y Laarbi en relación con el vuelo estadounidense RCH 7502, que supuestamente hizo escala en Morón el 11 de enero de 2002 transportando a presunto terroristas islámista con destino a Guantánamo. La declaración de Checa y López del Valle fue solicitada en relación con el vuelo estadounidense RCH 985, que hizo escala en la base aérea el 8 noviembre de 2005.

Durante su declaración, el comandante Rapallo señaló que en enero de 2002 "el flujo de aviones americanos era muy grande" pero dijo no haber tenido conocimiento nunca, ni directa ni indirectamente, de vuelos que transportaran prisioneros al centro de detención de Guantánamo, según indicaron fuentes jurídicas.

En este sentido, explicó que como oficial de vuelo era responsable "de la base entera" y que, por lo tanto, "no tenía todo el día visión de quien estaba y bajaba de los aviones".

Por su parte, el sargento Laarbi dijo que nunca tuvo conocimiento de vuelos americanos con prisioneros y explicó que que la plataforma de aparcamiento de los aviones estadounidenses "está a unos 400 metros de la torres de control" por lo que desde su puesto de trabajo no se puede apreciar qué personas van en su interior.

Además, dijo no recordar si en aquellas fechas aviones americanos aterrizaron en la base de Morón por "razones de urgencia". "No es frecuente que haya aterrizajes de aviones americanos por averías, es más probable que lo hagan por razones meteorológicas", señaló.

En cuanto a las supuesta escalas de vuelos de la CIA el 8 de noviembre de 2005, tanto el sargento López del Valle como el comandante Checa dijeron no haber tenido constancia de ningún avión americano que transportara a prisioneros a la base de Guantánamo.

En este sentido, López del Valle aseguró que solo tuvo conocimiento de la existencia de vuelos ilegales de la CIA "a través de la televisión".

Por último, Checa dijó que por esas fechas no recibió "indicaciones especiales" sobre los vuelos americanos pero admitió que los mensajes de las autoridades "incluían la recomendación de flexibilidad".

INFORMACIÓN ADICIONAL

De forma paralela, el fiscal encargado del caso, Vicente González Mota, solicitó al juez que pida a los servicios de información de la Policía Nacional y la Guardia Civil "cuantos antecendentes tengan de operaciones en las que hayan participado agentes de los Estados Unidos relacionadas con el traslado o presencia de presioneros en Guantánamo".

Asimismo, el representante del Ministerio Público quiere que la Policía y la Guardia Civil comuniquen también los datos que posean sobre "la participación o identidad de funcionarios españoles que hayan obtenido información respecto de prisioneros a Guantánamo".

Además de Morón, las acusaciones también están interesadas en los vuelos estadounidenses que pudieron hacer escala en las bases de Rota (Cádiz) y Torrejón de Ardoz (Madrid). Fuentes de las acusaciones señalaron que ahora se están planteando solicitar la declaración como testigos de varios ex altos cargos de los ministerio de Asuntos Exteriores y Defensa.

La última diligencia practicada en el marco de esta causa fue el interrogatorio al que fue sometido el ex director general de Política Exterior para América del Norte Miguel Aguirre de Cárcer, autor del documento secreto que revelaba la supuesta connivencia del Gobierno en las escalas en España de los vuelos de la CIA.