El diplomático, en un artículo publicado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside José María Aznar, considera que, "en vez de celebrar de nuevo la maniobra de la confusión, el Gobierno socialista español, en consonancia con su impecable juicio sobre la ilegalidad de la independencia kosovar, debería anunciar la retirada de Kosovo de todos las tropas militares y efectivos policiales españoles desplegados en el territorio"

A ello debería añadirse "la decisión de retirar del Estado ahora ilegalmente constituido cualquier ayuda que no sea estrictamente humanitaria. Porque eso, ayudar a un Estado fraudulento, sí que es ilegal".

En un texto en el que analiza "los resultados del disparate" de lo ocurrido en Kosovo, se pregunta si "habría anunciado el Gobierno socialista español su intención de no reconocer la independencia de Kosovo si no estuvieran convocadas unas elecciones generales para el 9 de marzo".

Se pregunta "cuánto tardaría el Gobierno socialista español en reconocer la independencia de Kosovo" en el caso de que José Luis Rodríguez Zapatero siga en La Moncloa tras el 9 de marzo. "Se admiten apuestas", afirma.

El que fuera director ejecutivo del Comité contra el Terrorismo de Naciones Unidas hasta 2007 tacha de "poco feliz ocurrencia" la del ministro Miguel Ángel Moratinos al relacionar Iraq con Kosovo cuando explicaba la postura española ante la independencia unilateral de la provincia serbia

A su juicio, el titular de Exteriores "ha venido a decir que el Gobierno, en defensa siempre de la legalidad internacional, hace ahora lo que entonces hizo en defensa de esa legalidad, implicando que tan ilegal es el reconocimiento del Kosovo independiente como nuestra presencia entonces a orillas del Tigris".

MERCANCÍA AVERIADA

Rupérez entiende que "los Estados y las Organizaciones Internacionales que reconozcan la independencia de Kosovo contribuirán a fijar un terrible precedente internacional, cual es el que la integridad territorial de un país miembro de las Naciones Unidas puede ser alterada como consecuencia de manifestaciones unilaterales y minoritarias de una parte de la población".

En su opinión, "las afirmaciones de los portavoces de la Unión Europea pretendiendo quitar a Kosovo el valor de precedente no tienen ninguna credibilidad y revelan las insuficiencias morales y políticas de la mal llamada política exterior y de seguridad de la Unión, a la postre instrumento al servicio de la voluntad de los más grandes".

El cónsul general español en Chicago insiste en que, si los contrarios a la independencia de Kosovo no mantienen con "firmeza en su rechazo, la legalidad internacional, que perdió su virginidad hace ya algunos siglos, pasará a convertirse en una mercancía definitivamente averiada".

"Los que afirman que con la independencia de Kosovo se cierra el ciclo de violencia en los Balcanes pertenecen abiertamente al género de los ingenuos", añade.

Por último, el embajador Rupérez indica que "la independencia de Kosovo y la decisión de aquellos que la apoyan están llamadas a producir una gigantesca involución en la historia de las sociedades europeas, cuyo mejor acierto había estado en la construcción de sociedades multiétnicas, laicas y tolerantes. Todo lo contrario de lo que estamos contemplando".