Las obras denominadas "Perceptual cells" ("Compartimentos perceptivos"), que constituyen la mayor parte de la muestra, son cabinas de diferentes tamaños, en las que están instalados determinados aparatos que sirven de soporte de la experiencia visual.

El espectador se introduce en una especie de cabina telefónica en la que una semiesfera emite una luz de color violeta pálid. Mediante la manipulación de unos mandos se aumenta o disminuye la intensidad de la luz y de unas vibraciones que la acompañan.

Otra de las pequeñas estancias contiene una camilla sobre la que el visitante debe tumbarse. Una mujer vestida de enfermera acciona un dispositivo que eleva la camilla introduciento al interesado en una cúpula que va variando de color, del azul pálido hasta el rojo intenso, y le produce sensaciones que van desde la tranquilidad al agobio.

Laberintos negros en los que setarda en concentrar la vista, cámaras asonoras en las que el espectador se aísla por completo de su entorno, salas en las cuales se reciben estímulos visuales para conseguir que los ojos vean lo mismo abiertos que cerrados, y otras experiencias componen esta muestra atípica.

APRECIACION EN SOLITARIO

"Mis obras tiene que ver con la percepción del espectador, no con la mía", señaló Turrell en la pesentación. "En realidad, cada persona tiene una apreciación distinta de la sensación que se le propone, pr eso muchas de las obras deben contemplarse estrictamente en solitario".

Al contrario que la mayoría de las exposiciones ordinarias, sus trabajos pretenden eliminar el objeto para que la percepción sea el objeto. Se trata de espacios que pueden verse, que provocan reacciones en el cerebro y producen guiños para que cada uno sienta algo similar a estar en un desierto, en medio de un prado o suspendido en el aire.

Una sección paralela de la exposición la componen pequeñas esculturas de la serie Esacios Autónomos, una serie de maquetas a escala de estructuras arquitectónicas independientes que recogen experiencias perceptivas en sí mismas.

Por último, se expone una maqueta del proyecto "Roden Crater" en el que el artista ha realizado una intervención en el paisaje planeada durante muchos años para transformar en observatorio un volcán extinto al borde del Desierto Pintado, al norte de Arizona.