Según López Garrido, la entrada de Izquierda Madrileña en su formación "significa un aporte plural de sensibilidades distintas, pero coincidentes con los proyectos de Nueva Izquierda". Además, la fusión supondrá la incorporación de 500 nuevos militantes, de los cuales 20 formarán parte de los órganos de dirección de Nueva Izquierda.

El objetivo hacia el que se camina es, según Pedro Díez, dirigente de Nueva Izquierda, "ganar Madrid para la izquierda, anto en la comunidad, como en la alcaldía y en los ayuntamientos; recuperar aquello que en su momento se perdió". Para ello, se pretende avanzar en la política de acuerdos con la FSM y lograr más adhesiones por parte de plataformas sociales, como el acuerdo alcanzado con el "Foro del Olivo" de Móstoles.

En respuesta a las acusaciones de transfugismo por parte de IU, el secretario general de NI declaró que la postura de su partido es firmar el acuerdo contra el transfugismo alcanzado entre el Gobiernolos partidos políticos, porque "nosotros no nos hemos ido a otro partido, nosotros seguimos donde hemos estado toda la vida".

Además, aconsejó a IU que no continúe con su "cultura de la división" en unos momentos en los que "los procesos de confluencia progresistas son fundamentales para el futuro de la izquierda".