Ríos explicó que estas irregularidades se cometieron durante la etapa 1992-1994, en la que la empresa estuvo gestionada por KAS y Pepsicola. Según el diputado, el fraude consistía en que la empresa obligaba a los agricultores a devolver parte del dinero adelantado por la recolección de los frutos, bajo amenaza de no contratar la cosecha.

En una rueda de prensa celebrada hoy, Ríos expicó que, cumpliendo la normativa europea, la industria debe pagar a los agricultores los limones a un precio de 26,8 pesetas por kilogramo. Posteriormente, recibe de la Unión Europea la ayuda comunitaria, a razón de 18,6 pesetas por kilo, a través de los fondos FEOGA y tras comprobar el SENPA que se han cumplido los requisitos establecidos, es decir, los kilos entregados, las facturas y los pagos.

Según la denuncia de IU, Cítricos de Murcia obligaba a los agricultores a que devolvieran entre 3 y 5 pestas del dinero adelantado por cada kilo de limones. Así, sumando las 18 pesetas de ayuda europea al dinero "chantajeado" a los agricultores, la industria conseguía los limones "casi gratis", denunció Ríos.

El diputado añadió que "todo estaba muy bien montado, porque para tener la empresa justificación contable, facturaba a los agricultores por unos productos inexistentes en la empresa, como ceras esenciales y pulpa cítrica prensada semiseca".