Durante la ceremonia, celebrada en la capilla del coleio de Nuestra Señora del Recuerdo, Herráez destacó la vitalidad de las dos víctimas, señaló que Rocío Abad era una jóven muy deportista y amante de la naturaleza y desveló la incipiente fe de Fernando Blasco, que recientemente había expresado en un trabajo escolar que Dios era uno de sus mejores amigos.

El obispo auxiliar de Madrid calificó la acción terrorista de "tremendamente cruel e inhumana", al mismo tiempo, tuvo un recuerdo para las otras 26 víctimas del atentado y palabras de aliento para los amiliares y amigos de las víctimas.

Añadió que en estos momentos la sociedad se une en apoyo de los familiares y se mostró esperanzado en que Dios ayudará en la lucha contra el terrorismo.

En el funeral estuvieron presentes los duques de Lugo, los ministros Rodrigo Rato, Abel Matutes y Esperanza Aguirre, además del defensor del menor de la Comunidad Autónoma de Madrid, Javier Urra y el delegado de Gobierno de Madrid, Pedro Núñez Morgades.

También asistieron a la ceremonia los embajadores de rlanda y del Reino Unido, Richard Ryan y David Brighty, la viceprimera ministra de la República de Irlanda, Mary Hardy y el secretario de Estado para Irlanda del Norte, John McFall.