IRAQ. ZAPATERO DICE A LA DIRECCION DEL PSOE QUE LA MOCION DE CENSURA NO ESTA AHORA EN SU ESCENARIO POLITICO
- Unanimidad del Comité Federal en el respaldo a la estrategia de Zapatero
- "No voy a consentir que aquéllos que se daban besos con Anguita desautoricen ahora a Izquierda Unida ni a ninguna otra fuerza política", dice el líder socialista
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El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo hoy a los miembros de la dirección de su partido que la presentación de una moción de censura contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, por su posición ante la guerra de Iraq, no está en estos momentos en su escenario político.
La guerra en Iraq centró la reunión del Comité Federal del PSOE, su máximo órgano de dirección entre Congresos. Tras una primera intervención de Rodríguez Zapatero abierta a los medis de comunicación, el debate se suscitó ya a puerta cerrada, con 23 intervenciones que tuvieron como común denominador la denuncia de la posición de Aznar, la coincidencia con la postura de firme oposición a la intervención militar expresada por el líder socialista, y la constatación de la "gran sintonía" que existe en este momento entre la dirección y la militancia, y también con el grueso de la ciudadanía.
Sólo en una de esas intervenciones, la de José Acosta, líder del antiguo sector "guerrista" enMadrid, se sugirió la posibilidad de "canalizar" a través del Parlamento y mediante una moción de censura la protesta generalizada de los ciudadanos en la calle, toda vez que la convocatoria de elecciones generales es potestad del presidente.
Según aseguró en rueda de prensa el secretario de Organización del partido, José Blanco, al ser preguntado sobre la respuesta de Rodríguez Zapatero a esta intervención, el secretario general valoró ésta como una reflexión más de las suscitadas en el debate, pero seguró que la presentación de esa iniciativa "no está en el escenario político".
Otras fuentes asistentes a la reunión explicaron que Rodríguez Zapatero resaltó además la necesidad de recuperar la normalidad institucional una vez que termine la crisis en Iraq y de seguir dialogando con el Ejecutivo para apoyar iniciativas que sean necesarias para los ciudadanos y que requieran el respaldo del principal partido de la oposición.
Hubo además otros dos miembros del Comité Federal que cuestionaron la portunidad de presentar una moción de censura por entender que no es el mecanismo adecuado de actuación en estos momentos, Luis Yáñez y Víctor Morlán. En concreto, Yañez afirmó que el partido no se puede "lanzar a tumba abierta" a este tipo de iniciativas.
OPOSICION BASADA EN CONVICCIONES
Según estas mismas fuentes, en su respuesta, Rodríguez Zapatero insistió en que la posición del PSOE se trazó desde el primer momento de acuerdo con una serie de convicciones y principios muy profundos, y eso es loque ha dado valor a esa posición, tanto dentro del partido como de cara a la ciudadanía, porque esa convicción es "un muro muy fuerte" frente a todo tipo de insidias y acusaciones.
La defensa de esas convicciones seguirá guiando la acción PSOE, dijo el líder socialista, frente a interpretaciones de la política como la que atribuyó a la ministra de Exteriores, Ana Palacio, y que no quiso siquiera comentar: "los ciudadanos han optado por la ética pero la política es otra cosa".
Una de esas conviccines, explicó, es que los ciudadanos son adultos e inteligentes, están informados y tienen gran capacidad para discernir, y ya han tomado su posición ante esta guerra. Por este motivo, dijo, ya no les importa el resultado militar de la guerra. Termine como termine la confrontación bélica en Iraq, los ciudadanos mantendrán sus ideas.
Muchas intervenciones denunciaron el intento del PP de culpar al PSOE de los incidentes en las manifestaciones y lo atribuyeron a una clara estrategia para desnaturalizar ls protestas. La diputada Mercedes Gallizo denunció gráficamente "que los ministros que no se conmueven ni se inquietan con las bombas y los muertos de la guerra se alarmen porque en una manifestación se rompe un cristal".
En su respuesta, Rodríguez Zapatero condenó a quienes intentan alterar manifestaciones que son en su inmensa mayoría pacíficas, pero juzgó "penoso" que el presidente del Gobierno se meta en el debate con la oposición por este motivo y se dirija así a un partido democrático para crimializar a quienes ejercen un derecho constitucional. "A mí no se me ocurriría", dijo.
Todas estas acusaciones serán respondidas con determinación, dijo Rodríguez Zapatero, que dibujó este mensaje con una expresión celebrada por los miembros del Comité Federal. "No voy a consentir que aquéllos que se daban besos con Anguita ahora demonicen o desautoricen a Izquierda Unida ni a ninguna otra fuerza política".
La estrategia de Rodríguez Zapatero fue defendida por miembros del Comité Federal tradicionamente críticos con la dirección, como Matilde Fernández, contrincante "guerrista" en la pugna por la Secretaría General en el 35 Congreso, José Borrell, o los dirigentes de la corriente interna Izquierda Socialista Juan Antonio Barrio de Penagos y Manuel de la Rocha.
Estos dos últimos alertaron además de la necesidad de mantenerse firmes ante las acusaciones lanzadas por el PP tratando de responsabilizar al PSOE de los incidentes en algunas manifestaciones. Barrio de Penagos pidió con sarcasmo a Rodríuez Zapatero que de "leña al mono hasta que deje de hablar texano y vuelva a hablar castellano".
De la Rocha aseguró que los ciudadanos están pidiendo en las calles "un cambio de dirigentes" y se dirigió a Rodríguez Zapatero para decirle "José Luis, tienes todo el partido detrás y a la mayoría de la sociedad también". No obstante, trazó una dura tarea por delante para reconstruir el orden jurídico internacional y la Unión Europea, y combatir la tesis de la guerra preventiva que parece querer implantarla actual administración de Estados Unidos.
FUTURO DE LA UE
Fueron varios los que alertaron de esta necesidad y de los peligros que se ciernen sobre Europa a partir de ahora. Barrio de Penagos alertó también de la necesidad de permanecer "atentos" a los países candidatos a entrar en la Unión Europea, porque el actual rechazo a la guerra mayoritario entre los gobiernos europeos se invierte si se tiene en cuenta a estos países.
También José Borrell, representante español en la Convención que analza el futuro de la Unión Europea, explicó que se están definiendo dos tendencias, una que pretende hacer de la UE "una especie de Suiza hipertrofiada", y otra que desea una entidad fuerte y unida con voz propia basada en los valores de libertad, justicia y solidaridad, y esa será la gran batalla en los próximos meses.
Especial valor interno tuvo la intervención de Matilde Fernández, que pidió a Rodríguez Zapatero un esfuerzo prioritario para dinamizar la Internacional Socialista, un objetivo que el seretario general asumió, recordando por ejemplo la reiteración de esta misma demanda entre los partidos socialdemócratas de América Latina.
"Cuando la dirección de un partido llega a la piel de los militantes una se siente muy bien", dijo a Rodríguez Zapatero. En su respuesta, el líder socialista agradeció expresamente el respaldo de esta dirigente.
Varios miembros del Comité Federal, como José Borrell o Enrique Barón, pidieron a Rodríguez Zapatero un respaldo expreso a Robin Cook, ex ministro de xteriores británico que recientemente dimitió como líder laborista en la Cámara de los Comunes por rechazar la estrategia de Tony Blair en esta crisis, como presidente del Partido Socialista Europeo. El secretario general del PSOE garantizó ese respaldo al responder a sus compañeros.
Barón también se mostró partidario de que Sadam Husein acabe ante el Tribunal Penal Internacional, y recordó a Aznar que los tratados europeos obligan a la Unión Europea a mantener una posición común ante organismos como l Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, algo que Aznar ni siquiera ha intentado al primar su "vasallaje" a Bush.
(SERVIMEDIA)
23 Mar 2003
CLC