Dos de los compañeros de Couso acreditados en el Congreso trataron a las cuatro de la tarde de grabar, desde e patio que separa los dos edificios de la Cámara, las imágenes del presidente del Gobierno, José María Aznar, llegando a la sesión de control.

Uno de ellos llevaba la camiseta con el rostro de Couso y la palabra "asesinado" en la parte delantera, y la frase "queremos una respuesta" en la espalda.

Antes de salir del edificio de ampliación y acceder al patio, los servicios de seguridad conminaron al cámara a quitarse la camiseta para poder moverse por el Congreso de los Diputados. Después de unos mnutos de conversación, el cámara se quitó la camiseta y el mensaje se extendió al resto de sus compañeros.

Las instancias de gobierno interno de la Cámara entienden que la camiseta es un tipo de manifestación cuya exhibición no se autoriza dentro de las dependencias del Congreso de los Diputados.

Entienden que la camiseta porta un mensaje concreto y argumentan que ningún trabajador de la Cámara puede valerse de su libre acceso a esas dependencias para difundir ningún tipo de mensaje.

Los cámras lamentan esta limitación y recuerdan que la camiseta con el rostro de Couso ha ido con ellos a casi todas partes desde que su compañero falleció en Bagdad, y con ella han entrado a todo tipo de edificios públicos e instituciones para realizar su trabajo.

Pocos minutos después de que los cámaras recibieran el mensaje de no portar estas camisetas en las dependencias del Congreso, la diputada de Izquierda Unida Marisa Castro exhibió una desde su escaño en el Hemiciclo, al comienzo de la sesión de conrol.

La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, pidió a la diputada la retirada de la camiseta por ser "equivalente a una pancarta", y Marisa Castro dobló la camiseta y la guardó.

Después el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, comenzó su intervención ante Aznar lamentando que el PP se negara ayer a condenar la acción militar que provocó la muerte de Couso y pidiéndole de nuevo esa condena moral.