En una nota pastoral, la Comisión Permanente de los obispos afirmó que "el servicio a la paz y al orden entre los pueblos exige que no se acuda a la destruccin y a la muerte que la guerra comporta, a no ser en situaciones en las que, de un modo probado, no exista ya ningún otro medio disponible y sea fundada la esperanza de no producir males mayores de los que desea evitar".

El documento, leído en rueda de prensa por el portavoz de los prelados, Juan José Asenjo, expresa sin ambages el rechazo a la utilización ahora de las armas y pide que se respeten las decisiones de la ONU.

"En el momento actual", señala, "hay que agotar todos los medios pacíficos ara evitar la guerra y, en todo caso, respetar la legalidad internacional en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".

La carta a los católicos españoles refiere unas palabras de Juan Pablo II en las que dijo que "la guerra nunca es un medio como cualquier otro, al que se puede recurrir para solucionar las disputas entre las naciones".

Para los obispos, la amenaza de guerra en Irak es causa "de honda preocupación en todo el mundo y también en España", y recueran que la paz está sacudida por conflictos como los de Oriente Medio, Hispanoamérica o por "el terrible azote del terrorismo".

A preguntas de los periodistas, Asenjo afirmó que el documento es claro en su disconformidad con la guerra, igual que la posición de la Conferencia Episcopal.

"Todavía quedan medios disponibles al servicio de la paz que no se han agotado", afirmó, "y no tenemos la seguridad de que estén garantizados los derechos de mujeres, ancianos o niños".

El portavoz agregó que l guerra "no goza del marchamo de moralidad y hay que seguir apoyando las gestiones del Papa y de los organismos internacionales en favor de la paz".

Según Asenjo, los obispos españoles tienen todo el derecho a pronunciarse públicamente, como cualquier otra institución, respecto al conflicto con Irak, y están seguros de que su postura no le granjeará la enemiga del Gobierno ni de ministros declarados católicos como el titular de Defensa, Federico Trillo. "Esto no va a enfrentarnos con nadie", remarcó. Lo escandaloso sería que nosotros bendijéramos la guerra".