Cuando Aznar concluyó su discurso, todos los miembros de la Junta (son 563 natos y hoy había casi pleno) puestos en pié aplaudieron más de un minuto a Aznar. Este había dicho antes a los suyos que le gustaría escuchar sus opiniones.

Dicho y hecho. Rodrigo Rato, Alberto Ruiz Gallardón, Rita Barberá, Celia Villalobos, Esperanza Aguirre, Jaime Ignacio del Burgo, Julio Pdilla, Eva Navarro, Jorge Fernández Díaz, Juan Van Halen, y José Manuel Albendea hicieron uso de la palabra, y todos ellos escucharon fuertes aplausos al final de sus intervenciones,

El "denominador común", según explicó posteriormente el secretario general del PP, Javier Arenas, fue "la cohesión en defensa de la paz". Tanta, que Arenas pudo decir al final a los periodistas: "en el día de hoy, el PP se ha vuelto a mostrar como una organización política extraordinariamente unida frente a la irresponsablidad, el oportunismo y el electoralismo del conjunto de la oposición".

Lejos de referirse al artículo que el presidente del Consejo de Cámaras de Comercio, José Manuel Fernández Norniella, contra la guerra, el que fuera su mentor político, Rodrigo Rato, ha dicho en voz alta que es necesario el desarme de Sadam Hussein e incluso "se ha ratificado en el acierto que supuso proponer a José María Aznar para presidir el PP", comentó Arenas.

También estaban en la Junta Directiva Nacional personalidadesdel PP, como el ex alcalde de León y diputado, Juan Morano, o el alcalde de Inca, Pere Rotger, que han mostrado en público divergencias con la línea seguida hasta ahora.

Morano no ha tomado hoy la palabra pero, según algunas fuentes, dada la trascendencia que ha adquirido la votación secreta de mañana en el Congreso sobre Irak, habría hecho saber a su partido que va a mantener la disciplina de grupo y votará con los otros 182 parlamentarios populares la proposición no de ley del Grupo Popular frente ala del resto de partidos.

Durante sus respectivos turnos, los también parlamentarios Jorge Fernández Díaz, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes; Juan Manuel Albendea y Julio Padilla, han calificado de "ofensa" a su dignidad la iniciativa de la oposición de votar mañana en secreto para ver si alguien se atreve a disentir en el anonimato.

Lo ha explicado Arenas, quien, a preguntas de los informadores, negó un supuesto intento del PP de entregar previamente un sobre con la papeleta a su 183 diputados, con el argumento de que "aquí ya somos todos mayorcitos y cada uno vota lo que quiere, no lo que quieren POE e IU".

El secretario general de los populares ha quitado hierro a discrepancias como las de los alcalde de Inca o Béjar (Salamanca, los concejales en Morón de la Frontera (Sevilla), que acudieron el sábado a manifestarse contra la guerra, o incluso declaraciones como las de Norniella o Morano.

Ha dicho que en la Junta de hoy no ha habido voces discrepantes pero que "tampocopasaría nada", en línea con el discurso comprensivo de José María Aznar hacia los cargos públicos del partido que están sufriendo la presión de la calle.

Lo importante, según Arenas, es que "es el que el PSOE está haciendo seguidismo de IU, se está convirtiendo en el abogado defensor de Sadam Hussein".