Montoro confió en que el diferencial de inflación existente con Europa se reduzca a partir de ahora, puesto que la recuperació de la economía mundial provocará un alza en la demanda interna de los países europeos, que ocasionará un incremento en sus precios.

En su opinión, el IPC español se mantendrá estable en torno al 2%, aunque matizó que esto no quiere decir que el Gobierno vaya a revisar el objetivo oficial de inflación para este año, que continua "intocado" en el 1,8%.

El responsable de Economía argumentó que hay "fundadas esperanzas" de que a finales del año la inflación se situará por debajo del 2%, por lo que e objetivo sigue siendo perfectamente viable.

Recordó que todavía no se ha agotado el efecto de las medidas antiinflación aprobadas por el Gobierno el pasado mes de abril, puesto que no se llevado a la práctica algunas rebajas de precios en las telecomunicaciones, los fármacos y las autopistas.

Montoro recalcó que esta vuelta a la contención de los precios se está conjugando con un alto nivel de crecimiento económico y con un fuerte ritmo de creación de empleo, lo que demuestra los buenos resultads de la política económica.