Los estudiosos del BBVA son optimistas y consideran que el buen comportamiento de los carburantes en noviembre, una lgera caída de los servicios turísticos y una notable rebaja de los servicios teléfonicos ayudarán a tirar de la tasa de IPC hacia abajo.

Esto supondría una bajada desde el 4% interanual en que se encuentra la tasa actualmente hasta el 3,8%, si bien alertaron del riesgo de que los alimentos frescos y el vestido se hayan elevado en noviembre.

Por su parte, las fuentes del SCH consultadas son mucho más pesimistas y sitúan la inflación a final de noviembre en el 4,1%, una décima más que ahora.

Cnsideran que el buen comportamiento de los carburantes se puede equipar con lo sucedido en noviembre de 2001, lo que no tirará hacia abajo de la tasa interanual de IPC.

Por otra parte, a pesar de la rebaja de las llamadas telefónicas, "nos tememos un importante alza de los precios de los alimentos, sobre todo de los frescos", señalaron.