Citando la creciente presencia de las regulaciones sobre el cambio climático, la demanda de los consumidores por vehículos menos contaminantes y la elevada cantidad de carbono que emite la flota de coches de GM, los inversores manifestaron que darían su apoyo a una resolución en la que se pida a la compañía el cumplimiento de las normas sobre emisión de gases de efecto invernadero.

Además, solicitan la presentación de un informe preparado por un comité independiente, así como la certificación de garantías en orden de mantener un puesto competitivo basado en el cumplimiento de las regulaciones impuestas a nivel internacional, nacional y regional en materia de emisiones contaminantes para un futuro a corto y a largo plazo.

Según Steve Westly, miembro de la administración de los fondos de pensiones CalPERS y de CalSTRS que juntos reúnen a más de 4,2 millones de acciones del stock de GM, "los mercados canadiense y europeo deben alcanzar los objetivos del Protocolo de Kioto, y China ha adoptado recientemente nuevas normas eficaces que podrían poner a GM en una posición de desventaja competitiva".

"Para garantizar el éxito, la compañía automovilística debe tratar de abordar este cambio en las regulaciones mundiales sobre medio ambiente", añadió.

REACCION AGRESIVA

Esta resolución se ha presentado en un momento en el que los competidores están reaccionando de manera más agresiva para evaluar sus exposiciones financieras para el tratamiento del cambio climático.

Así, Ford, por ejemplo, anunció que iba a presentar un informe para los inversores en el que se examinan los impactos económicos que las medidas emprendidas para enfrentarse al cambio climático podrían traer para los próximos 5 ó 10 años.

Mientras, compañías como Toyota han tenido éxito con las ventas de vehículos híbridos en los últimos tres años y recientemente han anunciado planes para iniciar la producción de este tipo de coches en Kentucky en 2006.

Por su parte, Canadá, California y otra media docena de Estados en el noreste han anunciado planes para reducir las emisiones de gases de los vehículos vendidos en sus regiones.