Según explica su inventor en unos folletos, para iniciar el juego es preciso invertir 100.000 pesetas con las que el participante paga en las oficinas de "JB Badajoz" un boleto remitido por otro participante.

De esa cantidad, 75.000 pesetas son destinadas a lapersona que le envió el boleto, mientras que el resto va para la organización del juego.

El jugador que recibió el boleto debe enviar tres nuevas participaciones a otros tres socios, que deben remitirle 75.000 pesetas cada uno, con lo que obtiene 225.000 pesetas, de las que 125.000 son de ganancias.

El dinero y los socios deben ser controlados por las oficinas organizadoras del juego al que su promotor pretende que Hacienda dé el visto bueno, de lo que se muestra seguro ya que obtendría más impuetos.

Según Lisea, "no se trata de algo que esté en las fronteras de lo fantástico o de lo irrealizable, es sencilla y llanamente un juego que queda descifrado como 'Juego Bueno', premio seguro, dinero para todos sin excepción".

El inventor aseguró sentirse ilusionado en este juego "que tiene que marchar y tiene que contribuir a cambiar el actual orden de la economía, de las injusticias sociales y de las lacras que afligen a la pobre humanidad".

Finalmente, pidió a los que no creen en los resltados de este juego "que le concedan el beneficio de la duda y que esta duda sea resuelta, no a priori con las limitaciones de nuestro intelecto, sino a posteriori, con la verdad misma, con la práctica de este sistema de juego", concluyó LIsea.