Según informó el Ministerio del Interior, Pérez hizo esta consideración al inaugurar en Ermua (Vizcaya) una exposición en reconocimiento al trabajo policial en la lucha contra el terrorismo de ETA, que se enmarca en las actividades de recuerdo y homenaje al concejal del PP Miguel Ángel Blanco en el 25 aniversario de su asesinato.

A este acto asistieron también el viceconsejero de Seguridad, Rodrigo Gartzia; el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso; y el alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal.

En su intervención, Pérez señaló, respecto a la lucha de las Fuerzas de Seguridad contra ETA, que “es un acto de justicia honrar su trabajo y su testimonio, tan necesario para construir la memoria colectiva, para que el relato que perdure sea el de las víctimas, el de su sufrimiento y el de la victoria final sobre el terrorismo”.

“DESPRECIO A SU DOLOR”

El secretario de Estado recordó a los 210 guardias civiles, 150 miembros de Policía Nacional y 41 policías autonómicos y locales asesinados por la banda etarra. “Representaban la primera línea de defensa del Estado frente al intento de imponer por la fuerza el proyecto político de los terroristas”, apuntó.

“Les atacaban para golpearnos a todos los ciudadanos y a las instituciones políticas a las que pretendían doblegar”, señaló el ‘número dos’ de Interior, quien recordó cómo los agentes “sufrieron durante mucho tiempo el desprecio a su dolor” y se intentó minimizar su sacrificio.

“No han sido pocos los que han edulcorado los atentados como si ese riesgo formara parte de la dinámica social del momento. Algunos sectores de la sociedad parecían no sentirse concernidos por lo que les ocurriera a los guardias civiles, a los policías o a los ertzainas”, lamentó.

Por ello, destacó la contribución de los agentes para derrotar a la banda terrorista, “una victoria que fue posible por el sacrificio de tantos y tantos servidores públicos que arriesgaron su vida para defenderlo, gracias a su trabajo tenaz y, sobre todo, a su compromiso sostenido por la paz”.