Los agentes realizaron dos intervenciones, una en la localidad de Santa Pola (Alicante), donde se confiscaron 2.000 kilos de hachís, y otra en Barcelona, donde se interceptó el resto del alijo, además de una embarcación valorada en 30 millones de pesetas, 6 vehículos de alta cilindrada, varios teléfonos móviles, una pistola, joyas y 700.000 pesetas en metálico.

Hace 8 meses la Guardia Civil tuvo constancia de que una red organizada de tráfico de hachís estaba introduciendo cntidades de esta droga en la península con embarcaciones de alta velocidad. El destino final del hachís era Centroeuropa y distintos puntos de la península.

Los agentes centraron las investigaciones en los dos supuestos dirigentes de la organización. Uno de ellos era el encargado de gestionar las cantidades de droga y organizar la infraestructura terrestre y marítima del personal en Marruecos, mientras que el segundo se encargaba de la gestión de las embarcaciones y el pilotaje de las mismas.

En l mes de septiembre los agentes conocieron la intención de la organización delictiva de llevar a cabo un importante alijo en la provincia de Barcelona, por lo que se desplazaron a la zona, donde interceptaron 2.200 kilos de hachís y detuvieron a los implicados.