La directora del IAM señala en su carta que la administración andaluza apuesta por actuar sobre las causas de la exclusión social y no sólo sobre una de sus consecuencias, como es la prostitución.

Olmedo, que se declara asombrada por las declaraciones de Urbano, dice que pretender esconder la prostitución confinando a sus víctimas en un gueto no es más que una medida "hipócrita".

A su juicio, como representante de la ley y el orden, el gobernador debería conoce los factores que condicionan el fenómeno de la prostitución, cuáles son las causas y quiénes padecen sus consecuencias, así como quiénes están infringiendo el código penal y enriqueciéndose con la explotación de las personas. "No existiría la prostitución sin clientes ni proxenetas", afirma.

Carmen Olmedo pide a Julián Urbano que rectifique y que no materialice las medidas de segregación que propone. También le recomienda que considere al cliente y sobre todo al proxeneta como elementos causales del roblema y que establezca medidas que eviten la 'trata' de seres humanos en Granada.