LA INMOBILIARIA URIS PIERDE UN NEGOCIO DE 6.000 MILLONES QUE IMPULSO MARIO CONDE EN GRAN CANARIA
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La inmobiliaria Urbis, perteneciente al grupo Banesto, ha perdido la oportunidad de efectuar un negocio de unos 6.000 millones de pesetas en una operación financiera que gestionaba en la playa de Veneguera, en el municipio grancanario de Mogán, al suspender las autoridades un plan de urbanización.
El Cabildo Insular de Gran Canaria y el Gobierno autonómico han desclasifcado el terreno que Urbis iba a vender para que inversores internacionales construyeran 20.000 camas en uno de los últimos parajes intactos que quedan en las costas de la isla.
La historia de estos terrenos se remonta a hace unos años, cuando Mario Conde controlaba las riendas del Banesto e impulsó un proyecto en esta costa, situada al sur de la isla, en la que se querían ubicar hoteles y apartamentos, según estaba contemplado en las normas subsidiarias del Ayuntamiento.
Sin embargo, la Comisión e Urbanismo de Canarias (Cumac) y el Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT), elaborado por el Cabildo Insular, han desclasificado el terreno propiedad de la inmobiliaria y han suspendido su urbanización y, por tanto, venta. La empresa Costa Veneguera estaba tramitando la aprobación de un plan parcial de urbanización que ha quedado suspendido.
Según publica hoy el periódico "La Provincia", varios grupos de inversores y de pensiones internacionales habían mostrado su interés en comprar e impular el desarrollo urbanístico en el lugar. La operación de intermediación se estaba llevando a cabo desde el banco de negocios Morgan Greenfield de Londres.
Los expertos consultados aseguran que la salida a la venta de los terrenos de Veneguera habría supuesto unos beneficios de unos 6.000 millones, aunque otras estimaciones indican se podían haber alcanzado los 8.000 millones de pesetas. Este plan fallido puede suponer un fuerte golpe a Urbis, ya que, en principio, dificultará el saneamiento de la empesa, según confirmaron dichos expertos.
Conde no quiso en su momento que el banco ejerciera de promotor turístico, sino que optó por vender el terreno y obtener así importantes rendimientos económicos que hubiesen aliviado en una mínima parte los apuros económicos por los que pasaba.
Al final, los plazos y negociaciones se alargaron tanto que el Cabildo Insular de Gran Canaria tuvo tiempo de proteger una zona de alto valor ecológico. Desde un primer momento se organizaron colectivos, como "SalvarVeneguera", que lucharon activamente para evitar la urbanización de la zona y que consiguieron movilizar a la opinión pública sobre la destrucción de uno de los últimos parajes naturales en los que no se había construido.
(SERVIMEDIA)
26 Mayo 1995
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