La introducción de este test en los procesos de nacionalización cmenzará en 2004, según anunció ayer el ministro de Interior británico, David Blunkett, quien puntualizó que los detalles de la prueba están todavía por definir.

Blunkett explicó que el conocimiento de la historia de Gran Bretaña, sus leyes, su modo de vida y su idioma ayudaría a los inmigrantes a tomar parte en la vida británica y a facilitar su aceptación entre la población nativa.

Los que no pasen el examen no conseguirán la nacionalidad ni el derecho de voto, aunque mantendrán el derecho de reidencia. En el Reino Unido pueden solicitar la nacionalidad quienes hayan vivido seis años en el país sin cometer un delito grave.

Blunkett precisó que los conocimientos de historia que se exigirán no serán propios de especialistas, sino los que puedan tener relevancia en la vida diaria. "Saber quienes fueron las seis esposas de Enrique VIII no significa que uno sea un buen ciudadano", aclaró.

A su juicio, es necesario que los ingleses se sientan más orgullosos de su identidad. "Entre las persona liberales de izquierda, celebrar la cultura irlandesa, escocesa o galesa parecer ser algo bueno. Pero los ingleses parece como que se disculpasen por serlo y eso es algo que quiero superar".