Jáuregui lanzó esta reflexión al explicar a Servimedia el plan global de inmigración que los socialistas llevarán próximamente al Parlamento, en forma de proposición no de ley o de moción, para suplir a un Gobierno "que se ha visto desbordado por los hechos".

En su opinión, sucesos como el de Murcia se deben a una circunstancia determinada por tres elementos que se retroalimentan entre sí: la ausencia de una política globl de inmigración, la explotación "indecente" a la que algunos empresarios someten a los inmigrantes indocumentados y "la doble moral de una amplia capa de la sociedad española".

En este punto, emplazó a los ciudadanos a rebelarse contra unas condiciones de vida, las que sufren estos inmigrantes, "que todo el mundo conoce pero que todo el mundo calla porque a todos beneficia".

Jáuregui pidió a los españoles que recuerden que nuestro país envió a dos millones de ciudadanos como emigrantes, y solició también al Ejecutivo que regule los flujos migratorios con convenios que permitan cupos de contratos legales en origen.

Este será uno de los puntos que recoja la iniciativa socialista, con la que pretende, ante todo, según explicó Jáuregui, plantear una política alternativa a la actitud del Gobierno en esta materia.

CONVENIOS INTERNACIONALES

En primer lugar, le pedirán convenios internacionales con países originarios de inmigrantes, como Ecuador, y con las comunidades autónomas a las que más e dirigen en busca de trabajo, como Murcia.

También solicitarán un Plan Especial de la Inspección de Trabajo para garantizar el respeto de la legislación laboral y evitar violaciones "sistemáticas" como las que se han constatado en el caso de los inmigrantes de Murcia.

Finalmente, los socialistas insistirán en la necesidad de aprobar un plan de integración social y laboral de los inmigrantes, para evitar que la marginalidad les condene a todo tipo de vejaciones.

La presentación de esta inicitiva será compatible con otra para que los ministros responsables de este asunto, entre ellos el de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, expliquen en el Congreso sus políticas al respecto.

Como filosfofía general, el portavoz socialista reiteró que el "efecto llamada" al que apela el Gobierno no lo determina la legislación, sino el hambre, que expulsa a estas personas de sus países, y la sociedad de la información, que les permite comprobar cómo se vive en otros lugares.