El informe destaca que España ha pasado de ser un país de emigrantes (en 1978 dos millones de españoles residían en el extranjero), a un país de inmigración (la población extranjera alcanzaba los dos millones en 2001). En 1975 residían en España un total de 165.039 ciudadanos extranjeros.

La población española ha recido entre 1981 (censo más próximo a la aprobación de la Constitución) y 2001 se ha incrementado un 8,2%. Desde 1981 a 2001 han regresado a España un total de 646.094 ciudadanos españoles, una gran mayoría de los países europeos donde habían tenido que emigrar en la década de los 60.

Los movimientos migratorios interiores han tenido una "gran trascendencia" desde la aprobación de la Constitución. La Estadística de Variaciones Residenciales refleja la movilidad de casi 14 millones de personas desde 176 hasta 2000.

La esperanza de vida era en 1970 de 69,01 años para los varones y de 74,58 para las mujeres. En 2000, este indicador se situó en 76,07 años para los hombres y 82,80 años para las féminas.

El aumento de la esperanza de vida ha ido parejo a la reducción de la tasa de fecundidad, que desde los 2,8 hijos por mujer de 1975 ha caído a los 1,3 de 2002, tras tocar fondo en 1995 y 1998, con 1,2 hijos por mujer en edad fértil.

Este descenso de la fecundidad es el principal factor que haprovocado el envejecimiento de la población española. Si a comienzos de los 70 los mayores de 65 años suponían el 10% del total de la población, en la actualidad alcanza el 17%.