La guía "La atención al inmigrante: del aluvión a la solución razonable", elaborado por la Semfyc y a la que tuvo acceso Servimedia, considera que la Sanidad española no está preparada para dar una asistencia adecuada a los inmigrantes, por lo que reclama más recursos y la creación de un mediador intercultural, que elimine las barreras culturales, idiomáticas o educativas con las que chocan en su trabajo diario.

También sugieren la creación de la carpeta del inmigrante, con hisoria clínica o documentos médicos básicos para aquellos trabajadores "saltamontes" o "golondrina", que cuentan con varios domicilios a lo largo del año en todo el Estado y que permitiría una continuidad en su atención.

Para los médicos de familia este colectivo no supone un peligro sanitario para la población nacional, aunque reconoce que algunas enfermedades que traen los recién llegados a España resultan desconocidas para ellos. Por ello, sería conveniente potenciar la formación continuada del persoal sanitario en esta materia.

A juicio de la sociedad, es en la Atención Primaria desde donde se debe hacer un abordaje integral de las necesidades de salud de la población inmigrante y la que debe ofrecer una continuidad asistencial en un entorno normalizado y adaptado a las particularidades de los distintos colectivos.

ENFERMEDAD DEL INMIGRANTE

El texto señala que cuando estas personas permenecen en el país algún tiempo tienden a sufrir patologías similares a las del resto de la población, auque con mayor prevalencia de problemas psicosomáticos, como dolores osteomusculares repetidos, dolores abdominales de origen desconocido, impotencia y síntomas mal definidos.

Alertan sobre otro problema detectado entre las mujeres ecuatorianas o colombinas que trabajan en España como empleadas de hogar, como es la alta prevalencia de depresión y ansiedad, al somatizar la angustia que les produce haber abandonado su familia.

Estos facultativos reconocen que cuando atienden a una de estas personas unca tienen la certidumbre de que seguirán los tratamientos que les prescriben, tanto por dificultades económicas para la adquisición de fármacos, como por motivos religiosos.

"Aunque la religión musulmana exime del ayuno en el Ramadán a embarazadas y enfermos, muchos de éstos lo incumplen, por lo que el régimen de administración de fármacos se deberá adaptar, en la medida de lo posible, a este hecho", añade la guía.