INMIGRACION. EL GOBIERNO CREE QUE EL NACIONALISMO LLEVADO AL EXTREMO TERMINA EN CONDUCTAS COMO LAS DE BARRERA
- Cabanillas contrapone la España "crisol de culturas" frente esas actitudes
- El ministro no descarta que algunos de los ecuatorianos que viajen a su país se queden allí
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El Gobierno cree que el nacionalismo llevado a sus últimos extremos termina produciendo comportamientos como el del ex presidente del Parlamento catalán, Heribert Barrera. Así lo ha dicho hoy el ministro portavoz, Pío Cabanillas, para quien "la obsesión por la diferenciación" está en el origen de las manifestaciones racistas de Barrera.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Cabanillas afirmó que "cualquier manifestación de índole racista, venga de quien venga,es sencillamente reprobable". Es "pura, sencilla, total y absolutamente condenable", hizo hincapié.
Si, además, esa manifestación proviene de quien ha sido presidente del Parlamento Catalán y una autoridad política importante durante la transición, "es evidentemente más preocupante y especialmente grave".
Y es que el Ejecutivo no oculta su preocupación por lo ocurrido en las últimas semanas en Cataluña con pronunciamientos como los de Barrera e incluso por los de la esposa de Jordi Pujol, Marta Frrusola, y contrapone esas actitudes con el "talante" del ejecutivo ante la inmigración, a la que reconoce "que ha contribuido a crear riqueza y a que estemos donde estamos".
Frente a pronunciamientos como los de Barrera y Ferrusola, Cabanillas ha hecho hoy un canto a los beneficios del mestizaje, "que ha confirmado a España como una nación crisol de culturas": "Y eso es algo que enriquece", añadió.
"Aquellos que, desde posiciones personales, no sean capaces de reconocer la riqueza y la aportacio que significa la llegada de un inmigrante, sencillamente pueden estar en un abanico que va desde producir una profunda tristeza a producir una gran indignación".
ALGUNOS ECUATORIANOS NO VOLVERAN
Dicho esto, el ministro ha admitido las dificultades de la operación de ida y vuelta de 25.000 ecuatorianos a su país para regularizar su situación. En tres semanas y media han volado a Quito 450 personas de ese contingente, algunas de los cuales comenzarán a volver a España a partir de la próxima semana. Frente a quienes pensan que se tardarían años en llevar a todas esas personas a su país, y por tanto, el Gobierno se verá obligado a iniciar en España un nuevo proceso de regularización, que evite tal volumen de viajes a Ecuador, Cabanillas ha insistido en que no habrá regularización extraordinaria "en ninguno de los sentidos".
A su juicio no se pueden hacer "extrapolaciones" del tenor de que, si para llevar a Quito a 450 personas han hecho falta tres semanas y media, para 25.000 harán falta años. Ese ritmo de viaje no va a ser "la pauta", ha dicho Pío Cabanillas, ya que se va a ir incrementando el número cada semana e "incluso se puede prever que alguna de esas personas no volviera finalmente a España".
(SERVIMEDIA)
02 Mar 2001
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