Fernández-Miranda declaró a Rne que su departamento ha detectado que los inmigrantes que alcanzan la costa andaluza y canaria lo hacen "en menor proporción", pero matizó que "siguen llegando".

Sin embargo, apuntó qu este descenso del número de inmigrantes que llegan a España desde el norte de Africa no guarda relación con la tensión internacional que ocasionaron los atentados.

Respecto a la repercusión que puede tener esta crisis internacional en Ceuta y Melilla, el secretario de Estado para Inmigración dijo que es exagerado referirse a estas dos ciudades con el apelativo de "polvorín".

"Exageramos", indicó, "al llamarlos polvorines, lo cual no quiere decir que estemos vigilantes para controlar las reaccions que pueden tener cierto tufo de actuación racista o radical".

En este sentido, señaló que "los racistas van a tener siempre enfrente al Gobierno. Da igual que se actúe desde convicciones de un tipo u otro, desde actitudes religiosas que sean unas u otras, nos va a dar exactamente igual".