Rumí, que prometió hoy su cargo en la sede del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales ante su titular, Jesús Cldera, comentó a los periodistas que el Gobierno va a trabajar de inmediato en ese reglamento, que, según dijo, tiene que dar respuesta a las posibilidades de regularización de los inmigrantes que contempla la Ley de Extranjería.

Tras destacar que ha solictado al Gobierno saliente un informe para conocer la "situación real" con respecto a los inmigrantes irregulares, Rumí subrayó que la regularización de estas personas "vendrá vinculada siempre al mercado laboral".

Relató que las prioridades en mteria de inmigración son el control de fronteras y la integración social de los inmigrantes, ya que, según dijo, "la integración es fundamental para la convivencia y ése es el gran reto que tiene nuestro país".

Añadió que lograr la integración social de los inmigrantes "es un tema complejo que necesita del acuerdo de todas las fuerzas políticas, comunidades autónomas, ayuntamientos y agentes sociales".

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, que descartó de momento una reforma de la ey de Extranjería, también abogó por seguir profundizando en las relaciones con Marruecos para intentar un apoyo continuo en el control de sus fronteras y evitar la muerte de inmigrantes que intentan alcanzar las costas de El Estrecho y de Canarias en patera.

Para esta labor consideró necesario trabajar con la Unión Europea en una política común en materia de inmigración. "Por ahí", dijo, "tendrán que venir respuestas para que dejen de perder la vida tantos seres humanos cruzando El Estrecho o el archpiélago canario".

Por su parte, Caldera destacó que el Ejecutivo desarrollará una política de integración social de los inmigrantes que facilitará el "desarrollo armonioso económico y social de este país". Según dijo, la austeridad y la cercanía a los ciudadanos son las premisas que se manifestarán desde este ministerio.