La actuación policial se inició a requerimiento del personal de un centro sanitario al que había acudido una madre solicitando el reconocimiento médico de su hija de dos años.

Los médicos sospecharon de que las lesiones que presentaba la niña pudieran deberse a una agresión sexual cometida en el seno familiar y alertaron de este hecho a la Policía Foral, que tras investigar el caso detuvo y puso a disposición judicial al presunto autor de la agresión, el padre de la criatura, quien cuenta con otros antecedentes penales.

La Policía Foral también informó de los hechos a la Fiscalía de Menores, que ante la situación de riesgo y ausencia de garantía de protección, decretó el desamparo de la niña y su traslado por parte de los agentes al Centro de Observación y Acogida que el Gobierno de Navarra tiene en Pamplona.