Así se refleja en los datos de inflación publicados este martes por la OCDE, que indican que el 9,2% de mayo supone la mayor tasa de inflación desde agosto de 1988, impulsada fundamentalmente por un aumento del 35,4% interanual en los precios de la energía (frente al 32,9% de abril) y del 12,6% en los alimentos (11,5% en abril).

Excluyendo alimentos y energía, la inflación interanual aumentó hasta el 6,4 % en mayo de 2022, frente al 6,2 % de abril de 2022.

Por países, la inflación interanual aumentó en todos los que componen la OCDE excepto en Colombia, Japón, Luxemburgo y los Países Bajos. Diez países de la OCDE registraron una inflación de dos dígitos, con las tasas más altas registradas en Turquía (73,5%), Estonia (20%) y Lituania (18,9%).

En la zona del euro, la inflación interanual general medida por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) aumentó hasta el 8,1 % en mayo de 2022, frente al 7,4 % de abril. Excluyendo alimentos y energía, aumentó hasta el 3,8% en mayo, frente al 3,5% de abril. La estimación preliminar de Eurostat para la zona del euro en junio apunta a un nuevo aumento de la inflación interanual (hasta el 8,6 %), mientras que la inflación sin alimentos ni energía disminuyó ligeramente (hasta el 3,7 %).

Entre los países del entorno de España, la inflación fue en mayo del 8% en Portugal, 7,9% en Alemania, 6,8% en Italia y 5,2% en Francia.

Por otro lado, la inflación interanual en el área del G20 aumentó hasta el 8,8% en mayo de 2022, frente al 8,5% de abril de 2022, mientras que en el área del G7 experimentó un aumento de la inflación interanual en mayo, hasta el 7,5%, frente al 7,1% de abril. Aumentó en todos los países del G7, excepto en Japón, donde se mantuvo estable, en un 2,5%, mientras que los aumentos más fuertes entre abril y mayo de 2022 se registraron en Canadá e Italia.