La Infanta llegó a Pamplona en su coche particular, un Opel Calibra 16 vávulas, en compañía de una amiga, Cristina Pull.

Doña Cristina fue saludada con aplausos por un centenar de personas congregadas a la entrada del centro y, ya en el interior de la Clínica, fue recibida por el director general de la clínica, Francisco Errasti, el secretario general de la Universidad de Navarra, Guido Stein, y la vicerrectora, Natalia López Moratalla.

La Infanta, que vestía falda marrón oscuro, chaqueta marrón claro y blusa color hueso, recibió un alfiler de pañuelo con el escudo dela Universidad de Navarra de manos de Maite Valencia, secretaria del Servicio de Información de la Clínica Universitaria.

Don Juan recibió a su nieta en el hall de la sexta planta, donde permanece hospitalizado. Después del saludo protocolario, abrazó y besó a su nieta, y tras saludar a Cristina Pull, se dirigieron a la habitación que ocupa en dicha planta.

El Conde de Barcelona y sus invitadas almorzaron en el comedor de invitados de la clínica universitaria. La Infanta, que partió a primera hor de la tarde, fue despedida por el director médico de la Clínica, doctor José María Berián.