"Son las industrias las que se deben hacer responsables del residuo que generan, e intentar aprovecharlos como una nueva materia prima", declaró Ruiz Amorós en los cursos de verano de la Universidad Coplutense que se celebran en la localidad almeriense de Aguadulce.

Ruiz Amorós destacó el déficit de infraestructuras que existe en España para el tratatamiento de este tipo de desechos y afirmó que hay una falta de control por parte de las autoridades, tanto en los procesos productivos como en la posterior gestión de los residuos.

La incineración, los tratamientos químicos-físicos y los depósitos o vertederos de seguridad son las tres formas clásicas de tratamiento de los residuos industriales. Sn embargo, son métodos que cuentan con la oposición de gran parte de la sociedad.

Este es, por tanto, uno de los principales inconvenientes con los que se encuentra la implantación de sistemas centralizados, como las plantas incineradoras.

Los tratamientos 'in situ', es decir, aquellos que se realizan en la propia industria, presentan ventajas como la eliminación del peligro del transporte de residuos hasta plantas centralizadas. No obstante, existen muchas industrias sin el permiso necesario par llevar a cabo estas tareas, lo que provoca que en ocasiones el tratamiento que realizan de los residuos sea inadecuado.

En relación con este tema, Ruiz Amorós entiende que "falta una buena educación medioambiental y que el rechazo social normalmente suele manifestarse con menos fuerza cuando se trata de protestar por vertederos incontrolados y cuando se plantea la posibilidad de instalar una planta de reciclaje de residuos industriales".