Según fuentes del Ministerio de Industria y Energía, esta modificación de criterios se produce por dos razones fundamentales: en primer lugar, porque los objetivos de política energética relativos al consumo de carbones nacionales recogidos en el expediente de tarifas podrán ser alcanzados sin dificultad, y en seguno lugar, porque las expectativas de funcionamiento de los grupos térmicos son indicativas de que será necesaria una mayor producción que la prevista para el último trimestre del año, de unos 2.000 Gwh, como consecuencia de la baja hidráulica del año, y, en menor medida, a consecuencia del crecimiento de la demanda y de la evolución moderada de las aportaciones de los autoproductores.

Esta evolución de la explotación aconseja que se dé entrada a las centrales que utilicen combustibles de menor coste, ua vez cumplidos los objetivos de producción con carbón nacional, para así abaratar el suministro de energía eléctrica, introduciendo de esa manera un mayor grado de competencia.

En este sentido, la Comisión Eléctrica Nacional debe establecer un programa adecuado para que se asegure el menor coste posible del suministro a partir de estos criterios, a los que dicha comisión ha dado su conformidad.