"Para esta temporada tenemos la intención de que unas 2.000 personas, en bridagas de seis, realicen tarea de desbroce selectivo de monte bajo, de creación de nuevas áreas recreativas con corte ecológico y otras medias de prevención. La actuación se llevará a cabo en las comarcas del interior de la Comunidad Valenciana, sobre unos 300 municipios", indicó el consejero.

Samartín explicó que el Ejecutivo regional 'reclutará' para este trabajo remunerado a jóvenes menores de 26 años sin experiencia laboral previa y a parados de larga duración, preferentemente mayores de 40 años y mujeres.

Desde el pasado28 de diciembre, un comité de expertos ha estado valorando las solicitudes que se formulan a través de los distintos ayuntamientos. "El Administración regional lo que hace es resolver la concesión de las ayudas que se dan los ayuntamientos, que se concretan en el contrato de las personas que integran las brigadas", explicó Sanmartín.

PREVENCION

Las brigadas desarrollarán su trabajo entre los meses de febrero y finAles de noviembre, a excepción de agosto. Cada brigada está controlada por un capataz, uyo trabajo es supervisado por un técnico forestarl encargado vigilar que no se dañen las especies protegidas.

"Queremos utilizar las brigadas para mejorar medioambientalmente la Comunidad Valenciana y preservar su masa boscosa, que no es muy excesiva. Al mismo tiempo, queremos que esas brigadas, que trabajarán en comarcas más desfavorecidas, sean la vía para generar riqueza en esos pueblos. Por eso el trabajo está bien pagado, ya que cualquiera que trabaje en las brigadas percibirá unos honarios de 10.000 pesetas mensuales", dijo el consejero.

Este el segundo año que se pondrá en marcha este 'plan de empleo rural', conocido como Pamer. Tras los resultados positivos del plan piloto aplicado en 1995, el pasado año se implantó en 12 comarcas de la región. En 1997, se aplicará sobre un total de 17 comarcas.

José Sanmartín indicó que en la Comunidad Valencia quedan dos tercios de superficie foretal, ya que un tercio ha sido arrasado por el fuego. Este plan de choque contra los incendios forestale, financiado en parte por el Fondo Social Europeo, está coordinado con las autoridades forestales y con la Confederación Hidrográfica del Júcar, ya que "los cauces y barrancos de la comunidad requieren una intervención racional".