LOS INCENDIOS AUMENTAN EL RIESGO DE QUE ALMERIA SE CONVIERTA EN UN DESIERTO

SEVILLA
SERVIMEDIA

La práctica totalidad de la geografía almeriense se encuentra bajo la menaza del desierto, que ahora puede verse notablemente incrementada por las miles de hectáreas calcinadas en los últimos incendios forestales, según un informe de la Agencia del Medio Ambiente (AMA) de Andalucía al que ha tenido acceso Servimedia.

De acuerdo con este informe, sólo algo más del 40 por ciento de la superficie de la provincia de Almería cuenta con un suelo apto para la forestación, lo que representa en torno a 400.000 hectáreas. Otro 35 por ciento del suelo es medianamente idóneo para etos fines y el 20 por ciento se considera no apto.

Aunque en los últimos años la política de reforestación de la Junta de Andalucía ha sido bastante agresiva, el estudio de la AMA pone de manifiesto que el objetivo marcado de impedir el avance de la erosión se hace cada vez más difícil.

No obstante, tanto el plan forestal andaluz como las propuestas realizadas desde la Administración central pueden suponer un motivo de esperanza, en una provincia que cuenta con los mínimos índices pluviométricos el país y que arrastra desde hace varios años una de las sequías más graves del último siglo.

A la erosión y desertización que padece Almería, se une el problema de los incendios forestales, que están devastando miles de hectáreas repobladas o de matorral, elementos claves en la lucha contra la desertización.

Las cerca de 7.000 hectáreas quemadas en lo que va de verano, según el Plan Infoca, y más de 15.000, de acuerdo con los datos de los agricultores y los propios alcaldes de los municipios afetados, tendrán como consecuencia más inmediata en las primeras lluvias el arrastre y la pérdida de centenares de miles de toneladas de tierra hacia la rambla y el mar.

Otro de los problemas que padece esta provincia andaluza es que ha aumentado el riesgo de "gota fría", tan temida por los habitantes del levante cuando el verano llega a su fin y que provoca aguaceros torrenciales con inundaciones y grandes pérdidas ecológicas.

(SERVIMEDIA)
16 Ago 1994
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