Lo hizo en su intervención para terminar un mitin de campaña en Valencia en el que volvió a contar con el apoyo de una de las principales dirigentes de Podemos, en este caso, de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ya le arropó el viernes en la apertura de campaña, en ese caso junto a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y al ministro de Consumo y coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

Hoy, Illueca presentó la coalición de Unidas Podemos como “una síntesis política de tres tradiciones muy importantes para la izquierda”: la ecologista, la de IU con su lucha social, y la de los “indignados” del 15-M. Y, como “broche que las une” y “símbolo de esta síntesis” situó al excoordinador federal de IU Julio Anguita, de cuya muerte se cumplen hoy tres años, pues fue “el primer político importante que mantuvo un diálogo con el ecologismo” y el único al que los indignados reconocieron como “interlocutor válido”.

A continuación, el vicepresidente y candidato describió “la batalla que se está librando en la cabeza de la gente humilde”, lo que en América Latina llaman “un psicosocial”, en el que “el mensaje siempre es que votar a Unidas Podemos no tiene sentido, que rebelarse no sirve de nada, que hay que bajar los brazos, que tenéis que rendiros”. Todo ello, según su interpretación, porque “quieren matar la esperanza, la autoestima de la gente humilde”.

A nivel autonómico, Illueca, consejero de Vivienda de la Generalitat, defendió la compra de viviendas de la Sareb para alquiler social (años antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara que lo haría, según resaltó Montero), y una rehabilitación de barrios vulnerables con fondos europeos “sin parangón en el resto del Estado”.

Para la próxima legislatura, se comprometió a mejorar la sanidad y a atajar el peligro del “desabastecimiento de medicamentos básicos en las farmacias”, del que culpó a “los Juan Roig del sector sanitario”, y preguntó “por qué no hacer una apuesta en serio por una industria farmacéutica valenciana”. Finalmente, abogó por “una nueva calidad de vida”, que a su modo de ver “no está en los grandes almacenes” ni “en el capitalismo salvaje”, sino en “la dignidad de las personas” y su “derecho a crecer en su mundo interior, en la autoestima”. “No renegamos de los sueños”, proclamó.

Antes que Montero intervino la candidata de Unidas Podemos a la Alcaldía de Valencia, Pilar Lima, quien prometió aplicar en la capital las políticas de vivienda de Illueca, denunciando que en la ciudad “no se ha hecho nada” y se ha echado de menos que en el Gobierno municipal estuviera una fuerza como UP, a la que los poderosos no llaman para presionar porque “no se atreven”.