LA IGLESIA SE LAMENTA POR NO HABER ACTUADO CON MAYOR DECISION CONTRA LA CORRUPCION EN ESPAÑA
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El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José Sánchez, aseguró hoy que "con una Iglesia más viva" la corrupción en España no hubiera alcanzado los niveles actuales.
José Sánchez lamentó que los cristianos no hayan mostrado una mayor sensibilidad ante los casos de corrupción, ya que de esta forma hubieran sido más activos en la lucha para denunciarla y erradicarla.
Esta reflexión también está incluida en el "Plan de Acción Pastoral de la Conferencia Epscopal Española para el cuatrienio 1997-2000", que hoy presentó en Madrid el secretario general de la CEE.
El documento señala, en referencia a los casos de corrupción pública y privada, que "la significación pública de los católicos (ante estos casos) es a todas luces insuficiente".
De esta forma, los obispos vuelven a mostrar su descontento por la actitud de algunos de los católicos que ostentan responsabilidades políticas, al entender que "el compromiso de los cristianos y su acción en el ámbio de lo temporal y de lo político a veces se han visto bloqueados por actitudes ideologizadas que provocan conflictos dentro de la Iglesia".
No obstante, José Sánchez declaró que la desunión dentro de la Iglesia, aunque existe, es en la actualidad menor que en épocas anteriores.
El prelado destacó entre los objetivos del plan pastoral de la Iglesia para los próximos cuatro años consolidar el acercamiento a las capas sociales más desfavorecidas y mantener la independencia respecto a los poderes púlicos y privados.
El plan realiza un análisis de la evolución de la sociedad española en el último siglo y cómo ha afectado a la Iglesia, para afirmar que tanto en España como en otros países se ha registrado una "particular erosión en las convicciones religiosas y ética de una buena parte de su población".
Sin embargo, matiza que el nivel de asistencia a Misa se ha estabilizado en las últimas décadas, manteniéndose en torno a los nueve millones de personas.
Además, resalta el cambio de pape de la mujer en la sociedad y su repercusión en la vida familiar, ya que, según los obispos, ha sido determinante en la reducciendo el índice de natalidad.
Asimismo, el nuevo plan pastoral, que se enmarca en el horizonte del Jubileo del año 2000, pone de manifiesto la preocupación de la Iglesia por la carencia de vocaciones y reclama una mayor participación de los seglares en las tareas de evangelización.
(SERVIMEDIA)
08 Ene 1997
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