El documento, en el que la Comisión Episcopal de Migraciones lleva trabajando más de un año, estudia los problemas de los inmigrantes en España, que cifra en 800.000 entre documentados e indocumentados, y pretende establecer unas directrices para que los católcos ayuden y colaboren con éstos.

En una primera parte, el texto recoge datos sobre la experiencia de los inmigrantes en España; la segunda la dedica a analizar la presencia de la Iglesia entre éstos y qué pasos debe dar, y una tercera en la que estudia la dimensión ética y política del problema. Algunas de las propuestas que recoge se refieren a conceder el voto a los inmigrantes, así como garantizar otros derechos.