Así lo exigió en declaraciones a los medios de comunicación antes de visitar el Museo Adolfo Suárez y la Transición, en Cebreros (Ávila), acompañado por la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y en las que lamentó que, por primera vez, “se puede dar el triste y desgraciado caso de que el populismo extremista entre en el gobierno” de la región.

Tras puntualizar que se trata de una campaña electoral “diferente”, que ha sido motivada “por el interés personal” del presidente, Alfonso Fernández Mañueco, y, en todo caso, “por intereses ajenos a la comunidad”, que “iba bien” y contaba con “unos buenos presupuestos” y en la que “todo estaba funcionando a pedir de boca de los ciudadanos”, advirtió de que esta “no es la campaña de Casado, ni del sanchismo, ni tampoco la campaña exclusivamente de la ganadería”.

“Esta es una campaña en la que están tan cegados algunos, que han pensado que los ciudadanos de esta comunidad somos borregos y no es el caso”. “Nosotros somos ciudadanos de una comunidad que tiene sus problemas y que tiene que afrontarlos”, abundó, para criticar que Podemos y Vox, de precampaña hoy en Valladolid, estén allí “alentando su frentismo, esa manera de entender la política de trinchera, combate, no de diálogo, no de acuerdo, no de pacto”.

En este punto, insistió en que Ciudadanos organizó su acto de precampaña “para hacer un compromiso, para hacer una promesa y para pedir al Partido Socialista y al Partido Popular que firmen un compromiso con Ciudadanos, el compromiso de Cebreros”. “El compromiso de que no dejaremos entrar al populismo en el Gobierno de Castilla y León”, espetó, para expresar su “compromiso” a “no apoyar” la creación de “ningún gobierno en el que entre ni el populismo de Vox ni el populismo de Podemos”.

EXTREMISMO

“No entregaremos la comunidad al extremismo”, aseguró, convencido de que Castilla y León “siempre ha sido una comunidad moderada, regeneradora, centrada” y de que Fernández Mañueco “ha convocado unas elecciones para cambiar de socios o no, pero lo tiene que decir”. “Tiene que decir si va a permitir que haya consejeros de Vox, si va a permitir que haya extremismo, homofobia, racismo, intolerancia, gente que exalta el “alzamiento nacional”, como el candidato de Vox, en su gobierno”, agregó.

En paralelo, defendió que el PSOE tiene que explicar si va a elegir como socios “a los del partido de Garzón, a los del partido del populismo, a los del partido de quienes reniegan de la inmensa labor que protagonizó Adolfo Suárez en la Transición, a quienes reniegan de la España del 78”.

“Estamos hoy aquí porque creemos en una España reformada, regeneradora, que cree en Europa, que cree en el mundo sin fronteras, en una comunidad abierta al inmigrante, abierta al que viene de fuera, una comunidad como la soñó Adolfo Suárez”. “Por eso pedimos tanto al Partido Socialista como al Partido Popular que renieguen del extremismo, que renieguen de las trincheras, que renieguen de la peor España”, apostilló, para señalar que en la “carrera electoral” se enfrentan “las dos Españas”.